23.1.08

LA LUNA CON GATILLO.


Es preciso que nos entendamos.
Yo hablo de algo seguro y algo posible.
Seguro es que todos coman y vivan dignamente.
Y es posible saber algún día
muchas cosas que hoy ignoramos.
Entonces, es necesario que esto cambie.

El carpintero ha hecho ésta hermosa mesa
cerdaderamente perfecta,
donde se inclina la niña dorada
y el celeste padre rezonga.
Un ebanista, un albañil,
un herrero, un zapatero,
también saben lo suyo.

El minero baja a la mina,
al fondo de la estrella muerta.
El campesino siembra y siega
la estrella ya resucitada.

Todo sería maravilloso
si cada cual viviera dignamente.

Un poema no es una mesa,
ni un pan,
ni un muro,
ni una silla,
mi una bota.

Con una mesa,
con un pan,
con un muro,
con una silla,
con una bota,
no se peude cambiar el mundo.

Con una carabina,
con un libro,
eso es posible.

(...)

No puedo cruzarme de brazos
e interrogar ahora al vacío.
Me rodean la indignidad y el desprecio;
Me amenazan la cárcel y el hambre.
¡No me dejaré sobornar!

No, no puedo ser libre eternamente
ni estrictamente digno ahora,
cuando el chacal está en la puerta,
esperando que nuestra carne caiga, podrida.

SUBIRÉ AL CIELO,
LE PONDRÉ GATILLO A LA LUNA,
Y DESDE ARRIBA FUSILARÉ AL MUNDO SUAVEMENTE
PARA QUE ÉSTO CAMBIE DE UNA VEZ.

[Raúl González Tuñón]

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