27.5.09

Tocaba algo parecido a un bombo.

Por suerte el lugar estaba casi vacío.
No vacío de asientos, ni de ventanas, ni metales, mucho menos de monedas. Estaba vacío de gente.
Gente que, de vez en cuando, hacía frenar el lugar para sumarse y se encontraban con ella, y la miraban como extrañados. Y no me sorprende.
Otros no tanto, otros nada.
Para mí fue una conexión con la realidad. Mi realidad que busco constantemente y a veces me cuesta.
La vida hace que nos cueste. Lo cotidiano hace que nos cueste. Somos muchos.
Y se bajó...